Estas últimas semanas tuve la oportunidad de disputar tres torneos de una forma muy consecutiva, lo que me permitió poder rencontrarme con buenas sensaciones de juego, divertirme, y seguir creciendo como jugador.
La primera parada fue en WPT Valladolid. La palabra que nos acompañó durante la disputa de todo el torneo fue la de sufrimiento. No hubo ni un solo partido que nos permitiera un respiro, pero quizás el encuentro que bien podría reflejar esto fue el que jugamos contra Capra/Godo Díaz donde ganamos en el tie break del tercero después de innumerables puntos de partido a favor y en contra. Superar estos partidos nos hace crecer como pareja y reforzar la idea del trabajo diario que Aday y yo venimos efectuando durante todo el año.
Nos plantamos en cuartos de final ante la pareja revelación del torneo, Chingoto/Tello, a la cual y a pesar de comenzar arriba en el marcador, no encontramos nuestra mejor versión para salir victoriosos del duelo. Solo quedó felicitar a unos chicos que lucharon hasta la extenuación y se llevaron merecidamente la entrada a su primer semifinal del WPT.
En segundo lugar participé en el World Padel Tour Challenger de Murcia junto a Ramiro Moyano, un jugador al que admiro y con el que me divertí muchísimo pudiendo jugar a su lado. Además jugaba en una pista de pádel amiga, ya que es la misma en la que conseguí la victoria en el Challenger de Pilar de la Horadada, una pista Manzaport, en la que me encuentro muy cómodo. La oportunidad de participar en distintos torneos con grandes jugadores como Stupa, Moyano o mi actual pareja Aday, me proporciona muchísimas herramientas y un crecimiento constante en mi juego, ya que la adaptación a nuevos compañeros y sus patrones de juego deben hacerse de un modo natural pero inmediato, ya que si no se termina muy pronto el torneo.
En Murcia jugamos unas primeras rondas a un nivel altísimo contra parejas que venían disputando grandes torneo como Gadea/Tamame o Escalante/Bueno, solventando los partidos con autoridad, disfrutando y saboreando los partidos de un modo muy intenso y gratificante. Rami estuvo cada vez más fuerte y continuando con su proceso de recuperación de ritmo y sensaciones de juego, después de superar una lesión muy dura. En las semis caímos contra dos grandes jugadores y amigos como Alex Ruíz y Javier Concepción después de tener dos bolas de partido y un control sobre éste bastante constante. Pero el deporte implica que cualquier error o bajada de intensidad le ofrezca a los contrarios una oportunidad para alcanzar el triunfo, y así fue. Ahí terminó nuestro torneo, del cual y a pesar de salir derrotados en las semis, me llevé un buen sabor de boca por el juego desarrollado y las sensaciones de compartir pista con un gran jugador como Ramiro.
Sin mucho descanso pusimos rumbo a Mijas, nuestra última parada, para disputar uno de los torneos más duros que recuerdo, no solo por el nivel de juego que viene demostrando el WPT, sino por el calor y el viento. Unos primero partidos durísimos donde mi compañero, Aday, demostró su talento y experiencia, nos permitió plantarnos nuevamente en cuartos de final de una prueba, donde el calor y el viento, venían participando activamente en el torneo. Y así fue, en el partido de cuartos de final contra Lamperti/Mieres el fuerte viento hizo acto de presencia, y nosotros no fuimos capaces de adaptarnos del mismo modo que lo hizo nuestros rivales. Tuvimos nuestras oportunidades reales pero no fuimos capaces de aprovecharlas, y por ello nuestra sensación de que podíamos haber encontrado mayor rédito en el partido, hizo que nos fuéramos de Mijas con un sabor agridulce que esperamos redimir en el próximo torneo.
Ahora nuestro objetivo es que podamos pisar las semis de nuevo y asentarnos en puestos de Master Final a corto plazo, y para ello venimos trabajando duro estas últimas semanas.
Próxima parada, Worl Padel Tour Gran Canaria Open ¡Allá vamos!